Lluvia que refrescas mis pensamientos y das aliento a una tierra seca y desgastada, caes esparciendo tu vida sobre los sentimientos de un amor extraviado sin saber que haces florecer el deseo y la vida.
Viento que tempestuoso mueves colinas y alzas las olas del mar, quien se te oponga nada ha de tener, ni victoria ni esperanza, asciende y desciende en tu vuelo invisible las aves que solo ellas pueden dominar tu furia.
Trueno que retumbas en la lejanía despertando el miedo y el temor de los mortales, tu fuego vemos y nos refugiamos sin saber cual será aquel que se oponga a ti y pierda ante tu tronío.
Nieve blanca y pura, te posas sobre nosotros suave y acariciando nuestro rostro, cubriendo nuestros tejados, adornando los árboles y las montañas, con tu manto invernal, congelando los deseos y la vida para despertar en otro momento.
Viento que tempestuoso mueves colinas y alzas las olas del mar, quien se te oponga nada ha de tener, ni victoria ni esperanza, asciende y desciende en tu vuelo invisible las aves que solo ellas pueden dominar tu furia.
Trueno que retumbas en la lejanía despertando el miedo y el temor de los mortales, tu fuego vemos y nos refugiamos sin saber cual será aquel que se oponga a ti y pierda ante tu tronío.
Nieve blanca y pura, te posas sobre nosotros suave y acariciando nuestro rostro, cubriendo nuestros tejados, adornando los árboles y las montañas, con tu manto invernal, congelando los deseos y la vida para despertar en otro momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario