
Con este título aparece en las estanterías de autoayuda de las librerías un libro de la autora Louise L. Hay y la verdad es que hasta ahora me parece una buena lectura para reconocer que, en verdad, sólo nosotros somos los únicos capaces de sanar nuestras vidas.
Cuando se produce una dolencia o enfermedad, se acude al médico o terapeuta de turno, normalmente estos hacen un diagnóstico según los síntomas y aplican sus conocimientos para recetar medicamentos que se suponen aliviarán dolores, molestias y mejorarán nuestra salud.
Esto está bien, pero…, sólo se trata la enfermedad y el dolor, no la causa que lo provoca.
Para poder erradicar el mal que nos aqueja, debemos profundizar en nuestros problemas emocionales, que son nuestros y no se producen por culpa de los demás. Nadie tiene la culpa de lo que pensamos, decimos o dejamos que nos hagan, porque el poder está en nosotros y somos los únicos responsables de nuestras decisiones.
Lo mismo sucede a nivel mental, dejamos que la mente nos manipule y somos capaces de crear situaciones que nos incomoda o no hacemos nada por evitar algo por miedo a los cambios.
El libro habla de las viejas pautas, las viejas limitaciones, del pasado que nos martiriza, de cómo descubrir nuestros miedos y limitaciones impuestas, etc.
Me parece una buena lectura para aquellos que desean superarse así mismos, cambiar esquemas y dominar la mente que con su continuo parloteo a veces no nos deja ni ver, ni oír, ni sentir.
“El pasado no tiene ningún poder sobre nosotros. El momento de poder es el presente.”
Cuando se produce una dolencia o enfermedad, se acude al médico o terapeuta de turno, normalmente estos hacen un diagnóstico según los síntomas y aplican sus conocimientos para recetar medicamentos que se suponen aliviarán dolores, molestias y mejorarán nuestra salud.
Esto está bien, pero…, sólo se trata la enfermedad y el dolor, no la causa que lo provoca.
Para poder erradicar el mal que nos aqueja, debemos profundizar en nuestros problemas emocionales, que son nuestros y no se producen por culpa de los demás. Nadie tiene la culpa de lo que pensamos, decimos o dejamos que nos hagan, porque el poder está en nosotros y somos los únicos responsables de nuestras decisiones.
Lo mismo sucede a nivel mental, dejamos que la mente nos manipule y somos capaces de crear situaciones que nos incomoda o no hacemos nada por evitar algo por miedo a los cambios.
El libro habla de las viejas pautas, las viejas limitaciones, del pasado que nos martiriza, de cómo descubrir nuestros miedos y limitaciones impuestas, etc.
Me parece una buena lectura para aquellos que desean superarse así mismos, cambiar esquemas y dominar la mente que con su continuo parloteo a veces no nos deja ni ver, ni oír, ni sentir.
“El pasado no tiene ningún poder sobre nosotros. El momento de poder es el presente.”
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