![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs19C3brkzIIzAMTPeFzlfvWgzDMeSeZVViDqD7WBEL5jtkRw8y_Wa_wvrx3vPVbtBMoHcErxf1DXU2MSQKoKeYdsBXUZfHUVwlPIH2_ufbyYAdZcoRKhKipJbotpy4pmrhuaitj98LxM/s1600/5785_393839404057301_1934708571_n.jpg)
Centrándonos en usarlas en
infusión, hay diversas opciones de preparación que nos ofrecen pequeñas
diferencias de resultado según las plantas que vayamos a utilizar. Todos los
métodos tienen como objetivo la extracción de los principios activos de las
plantas que son los que dan a las infusiones sus cualidades saludables y
organolépticas.
Seguro que ya tienes tu
favorito pero te presentamos brevemente los tres métodos para ampliar tus
opciones.
Infusión
Consiste en dejar reposar
hojas y flores (partes aéreas) en agua caliente durante unos minutos, y
filtrarla. Es el método más adecuado para la preparación del té, si queremos
consumirlo caliente, ya que es el que ofrece el mejor resultado de sabor. Muchos aceites esenciales son más efectivos
en caliente que en frío y la sensación de confort digestivo es más acentuada.
Decocción
Se utiliza con las raíces,
troncos leñosos, semillas, frutas deshidratadas y en general con las partes
duras de las plantas. Se trata de hervir durante unos cinco minutos y dejar reposar otros diez. Es más
típico utilizarlo para tisanas medicinales, donde el sabor no es lo primordial.
Por eso en muchas decocciones de productos vegetales de sabor amargo o fuerte,
se añaden plantas solo con la función de mejorar el sabor.
Maceración
Para esta preparación se
utiliza el agua a temperatura ambiente y se deja reposar la mezcla elegida
durante unas horas. Se puede utilizar con cualquier materia vegetal, dando una
extracción más lenta, pero con
ventaja que representa que
muchos principios activos amargos, como el tanino, no son solubles en agua
fría, por lo que las infusiones quedan siempre cristalinas y suaves, perfectas
para los Ice Tea.
Después del método viene la
improvisación, que es lo que hace que el mundo de las infusiones sea tan creativo
y enriquecedor. Nos encantará conocer tus impresiones y tus trucos personales.
Las bondades de las
infusiones son algo que muchos y muchas conocemos desde hace tiempo, y
cada vez más personas se apuntan a las delicias de los distintos tés,
manzanilla, poleo, hinojo… Además de escoger productos de calidad (sí, merece
la pena pagar un poco más) y contar con accesorios adecuados, hay una
serie de consejos para sacarles el máximo partido a estos productos.
Antes de empezar a hacer la
infusión, os recomiendo que os apuntéis al “truco de la abuela”: hervir
agua para calentar la tetera… Y tirarla. El sabor mejorará un cien por cien.
Si el agua no tiene muy buen
sabor, es preferible usar agua mineral o filtrada para hacer
las infusiones. Y recordad que el agua de la infusión nunca debe llegar a
hervir sino quedarse justo a punto de hacerlo, antes del punto de ebullición.
La medida es muy sencilla:
una cucharadita por taza y dejar
infusionar. El proceso es como sigue: los primeros veinte segundos extraen las
propiedades beneficiosas de la planta, y después le llega el turno al
sabor. ¡Respeta estos tiempos!
No recalientes las infusiones; se estropean. Si has hecho té, es mejor guardarlo en la nevera y beberlo frío. Y para endulzar usa azúcar moreno, más saludable y de mejor sabor. Eso sí, siempre con moderación.
No recalientes las infusiones; se estropean. Si has hecho té, es mejor guardarlo en la nevera y beberlo frío. Y para endulzar usa azúcar moreno, más saludable y de mejor sabor. Eso sí, siempre con moderación.
Recuerda que las
infusiones deben guardarse en cajas con cierre hermético y opacas, que
protejan a los productos de la humedad y la luz. Guárdalas un máximo de seis
meses, desechándolas si ves que se han secado o han perdido sabor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario