Dicen
los sabios de las montañas, que todo es "una ilusión", que vivimos
ciegos sin ver, sordos sin oír, presos de nuestras emociones y nuestros
pensamientos.
La
ilusión que vivimos la crea la mente para engañarnos y distraernos de la
verdad, alejarnos de ella y hacernos esclavos de problemas y dificultades.
Y
lo peor de todos es que la mayoría de las personas y de los sucesos de nuestra
vida, son la ilusión de otros.
Vivimos
para otros, sufrimos por la creación de ilusiones ajenas, nos dejamos manipular
por las falsas palabra de otros, que a fin de cuenta no son otra cosa que una
mentira mental.
¿A
quién le gusta vivir esclavo de otros? a la mayoría, ya que es una posición
cómoda, fácil para algunas mentes, y sobre todo, siempre puedes echarle la
culpa a otros de tus errores.
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