Su
luz radiante se expande con aptitudes de dar y recibir, guiar y nutrir. Abrirse
a las oportunidades, integrar las experiencias.
La
expansión y equilibrio de la energía de los tres chakras primeros tiene lugar
en este centro energético para estar más centrado, activo y fuerte. El corazón
es el centro del Ser y la suavidad es el enfoque principal.
Las
vibraciones del cuarto chakra corresponde con la gama de colores verdes.
Las
gemas de distintos tonos de verde nos inspira colores relacionados con la
naturaleza y la sanación.
Aventurina,
olivino, malaquita, jade verde, ágata musgosa.
Trabajar
con estas piedras en meditación fomenta la renovación de las energías que se
concentran en anahata, regenerando este centro energético, expandiendo las
emociones de compasión y gratitud, y suavizando los egos y deseos desmedidos.
La
alimentación enfocada al chakra del corazón debe ser una dieta que mejore la
circulación, el sistema nervioso y fortalezca el sistema inmunitario.
Los
alimentos de color verde, el trigo y arroz integral, huevos, pipas de girasol,
frutos secos y aceites vegetales. Y recuerda que la forma de alimentarnos tiene
que ser variada y equilibrada, adaptada a nuestras necesidades.
Yoga
El
corazón y los pulmones necesitan expansión y apertura, suavidad, ternura,
protección y conexión.
Las
posturas del yoga psicofísico que favorecen este centro energético son aquellas
que abren y expanden la cavidad torácica, las que amplían la respiración y
relajan los hombros. De esta forma se consigue que la sangre fluya mejor, las
energías asciendan a los chakras superiores y los bloqueos emocionales se
disuelvan.
Aptitud
Regalar
y recibir. Permitir amarse a sí mismo y a los demás.
Actuar
con libertad y sinceridad. Reconocer los sentimientos de odio, frustración,
resignación, celos y envolverlos en sentimientos de dulzura y armonía.
Negativo
Aislamiento,
miedo. Codependiente, desesperado por recibir amor y atención.
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