Este
centro energético es el más espiritual, situado por encima del extremo superior
del cráneo y está vinculado a la consciencia pura.
Su
energía es presencia, quietud, comprensión y gracia o dicha.
El
desarrollo de este chakra superior nos conecta con la iluminación y
realización.
Sahasrara
simboliza el equilibrio de la dualidad, cuando se experimenta el conocimiento,
el orden y la unidad, aparece el estado de plenitud, la liberación, el gozo de
que todo está bien.
Cristales:
Los
colores violeta, dorado y blanco, vibran con la perfección del
7º chakra, induciendo sabiduría, paz psíquica y espiritualidad.
Amatista,
cuarzo blanco, fluorita, azurita.
Estas
piedras ayudan a desarrollar un entendimiento más elevado y a equilibrar las
energías. Favorecen la meditación y la inspiración.
Disuelven
bloqueos y aportan claridad.
Alimentos:
El
chakra coronilla se enriquece con la toma de energía lumínica y terrestre, con
alimentos vivos, frescos y naturales.
Yoga:
El
despertar de este chakra se ve favorecido por las posturas sedentes para la meditación.
Mediante
la práctica de la meditación se
alcanza la realización, iluminación y el estado de dicha.
También
favorece a Sahasrara aquellas posturas que
eleven la coronilla, al igual que las
invertidas que acercan este centro energético a la tierra.
Aptitud:
Implica
una conexión con todo nuestro Ser y acerca nuestra consciencia hacia la
Iluminación. El desarrollo de este
chakra lleva a una comprensión total de la vida y la muerte.
Permitir
deshacerse de todo y descubrir la paz. Sabiduría y plenitud.
Conocimiento,
estado de consciencia trascendental.
Negativo:
En
desequilibrio: se puede ser demasiado espiritual o intelectual. Materialista,
desconectado, ausente.
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